El Grupo Municipal Andalucista en el Ayuntamiento de Utrera ha denunciado que “la delegación de Parques y Jardines lleva más de seis meses sin efectuar ningún tratamiento contra el picudo rojo, en las palmeras del municipio que habitualmente han venido siendo tratadas para controlar esta plaga que termina siendo mortal”.
Los andalucistas argumentan que “durante más de una década se viene luchando por intentar ganar la batalla a este insecto, que ha sido el causante directo de la desaparición de un buen número de ejemplares de las más de 2.000 palmeras públicas censadas en el municipio”.
“Sin embargo -según declara el PA- parece que al gobierno PSOE-IU no le parece importante que desde hace más de seis meses no se haya hecho efectivo ningún tratamiento, a pesar de que lo preceptivo es hacerlo cada tres meses”.
El PA ha recordado que “las consecuencias de esta dejadez manifiesta de la delegación que dirige Carlos Guirao (IU), pueden significar la pérdida de más palmeras y que con la ausencia de control sobre la plaga aumente la proliferación del picudo rojo en otras zonas y otros ejemplares, además de que toda la inversión que se viene haciendo en esta prevención a lo largo de más de diez años no sirva para nada y sea como haber tirado el dinero”.
Para el Grupo Municipal Andalucista, desgraciadamente, no son estos los únicos problemas que la gestión del actual gobierno municipal ha creado en los parques y jardines de la localidad, ya que “tampoco se está disponiendo de tratamientos fitosanitarios para otro tipo de vegetación, maquinaria estropeada o no disponible, e incluso ya existen problemas con los sistemas de riego y, según nos dicen los propios operarios, van a empeorar porque en breve el ayuntamiento se quedará sin un fontanero más en la plantilla, haciendo más complicada la instalación, arreglo y puesta al día de estos sistemas”.
El PA asegura que “la gestión que de estos asuntos se viene haciendo por el gobierno PSOE-IU puede considerarse un auténtico desastre con parques llenos de matojos y totalmente descuidados, la pérdida de árboles sin motivo o con cualquier excusa, y una plantilla cada día más desmotivada ante los continuos cambios de gestión y criterios dentro de la propia delegación. Desgraciadamente, el balance que después de tres años se puede hacer de la gestión de Izquierda Unida al frente de esta delegación, no roza ni tan siquiera el aprobado”.