Santa María de la Mesa, titular de la Parroquia, volvió a protagonizar un 15 de agosto utrerano al salir en procesión por algunas de las calles de su barrio en un breve paseo matinal que no superó la hora de duración.
La devoción a esta imagen de la virgen, es de la más antiguas de la ciudad que se acerca, probablemente, a los seiscientos años de historia y que antes de estar en la Parroquia de Santa María de la Mesa habitó en un hospital rodeada de mujeres pobres.
Imagen gótica, que no lleva al Niño en brazos, con la que la ciudad conmemora la Asunción de Nuestra Señora a los cielos, vestida con saya y manto rojos y exorno floral con predominio de rosas y nardos.
Cuando la Puerta del Perdón se abría, puntualmente, a las nueve de la mañana ya era esperada por cientos de utreranos, que a pesar de las vacaciones y el calor agosteño, no quisieron faltar para cumplir con la tradición de pedirle tres deseos a la Señora, de los que al menos uno, cuenta la leyenda, se cumplirá a lo largo de este año.
La salida de Santa María de la Mesa para recorrer su barrio estuvo acompañada de los repiques realizados de forma manual por los campaneros de Utrera y bajo una intensa petalada.
La organización de la procesión este año ha correspondido a la Hermandad de Los Aceituneros cuyos capataces han estado al frente de los costaleros. La Asociación Musical Utrerana puso las notas musicales del breve recorrido que tuvo cerca de una hora de duración cubriendo el histórico trayecto de hace siglos por los alrededores del templo.