La cantera cofrade de Utrera mostró su destreza en la XXXVI edición de las Cruces de Mayo en la tarde primaveral del pasado sábado, que como en pasadas ediciones en estas fechas, organiza el grupo joven de la Hermandad de los Estudiantes. Una treintena de pasos han participado en esta edición del certamen componiendo una extensa y variada procesión.
Cientos de niños asumieron el papel de costaleros, capataces, aguadores, músicos, monaguillos y algunas niñas de mantilla. Pasos de todos los colores y materiales, grandes y pequeños disfrutaban de su discurrir mostrando el trabajo realizado en grupo o individual. En definitiva, un simulacro conseguido de Semana Santa que no pone en evidencia las ganas y el sentimiento religioso de la cantera cofrade. A los niños se sumaban otros tantos padres que seguían de cerca sus pasos. El cortejo al completo partía como cada año del patio de San Diego del colegio Salesiano para recorrer diferentes calles del centro.
El discurrir de los pasitos estuvo cargado de estampas entrañables, entre las que destaca el tradicional paso por el Niño Perdido. El itinerario fue Glorieta Pío XII, Sacramento, Menéndez Pelayo, Niño Perdido, Las Mujeres, Pío XII y recogida en Patio San Diego.