A poco más de un año desde que se finalizara la obra de la calle Menéndez Pelayo, “ya pueden verse los parches que se han colocado en dicha vía para contener el hundimiento y la rotura de la casi recién estrenada solería, tal y como anunciara el Partido Andalucista que iba a ocurrir”.
Desde el PA se denunció desde el primer momento que, “ni las obras se estaban ejecutando con el personal pertinente -con trabajadores del antiguo PER-, ni se estaba respetando el proyecto original que dejaba bien claro qué tipo de adoquinado debía llevar esta calle cuya terminación será idéntica a la de la Plaza del Altozano. Sin embargo, a pesar de que esta es una calle abierta al tráfico rodado, se opta por usar un pavimento totalmente diferente, que nunca antes se ha utilizado en el municipio. Curiosamente, el reformado del proyecto se redacta y se lleva a la Comisión Local de Patrimonio Histórico, una vez que la calle ya está totalmente terminada. Además, lo que se lleva a la citada Comisión es la aprobación del reformado del proyecto cuando, en todo caso, lo que se debería haber llevado a este órgano era la legalización de las obras ya ejecutadas. Otro dato bastante extraño es que hasta el 15 de abril de 2016 la Junta de Gobierno Local no aprobó la compra de los adoquines que, sin embargo, ya estaban colocados desde el mes de febrero”.
“Los andalucistas lamentamos que el capricho del alcalde, José Mª Villalobos, que se empeñó en su día en modificar la solería de esta calle para terminarla varios meses antes por la llegada de la Semana Santa, nos cueste a los utreranos el dinero y ver cómo una calle que debería estar en perfectas condiciones está ya parcheada y llena de roturas”.
Para los andalucistas, “este es un ejemplo más de la manera de actuar de un gobierno que, especialmente en el capítulo de Obras”, manifiestan que “ha demostrado su absoluta incapacidad para cumplir con los plazos, ni con los materiales que figuran en los proyectos, ni con el presupuesto porque no hay obra que no acabe costando más de lo previsto. Sirva como muestra de todo esto, no solo Menéndez Pelayo, sino Catalina de Perea, Antón Quebrado, Glorieta de Pío XII, etc.”.