Con una Eucaristía cercana y emotiva que llegó a la corazón de todos los presentes, presidida por el párroco de Santiago, Juan Luis Rubio Lora, finalizó el Triduo y dio comienzo el traslado de “La del barquito en la mano,” hacia a parroquia de Santa María.
Un recorrido que comenzó justo a la salida de Santiago, cuando se visitaba el templo aledaño donde la congregación de monjas de clausura de las Madres Çarmelitas, tenía las las puertas de la iglesia, del Convento de la Purísima Concepción, de para en par por donde las andas de la Virgen pasaron el dintel a pulso, con los brazos de quienes la portaban en ese momento, para colocarse frente a la reja donde las monjas carmelitas, además de mantener un acto dedicado a la vida consagrada con la participación de algunos religiosos más que residen en Utrera y su comarca, ofrecieron sus cantes y rezos la Patrona.
Puesta la comitiva de nuevo en marcha, fue inicialmente la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno, la encargada de acompañar a la Virgen hasta la calle Clemente de la Cuadra, allí fue la Agrupación Musical Muchachos de Consolación quienes tenían previsto acompañarla hasta la recogida, pero a su llegada a calle Sacramento fue “invitada” a dejar las andas de la Virgen en las gargantas del gente del pueblo, así fueron un gran numero de devotos y devotas de la Virgen de Consolación quienes le cantaron por las calle Sacramento y Menéndez Pelayo hasta llegar a la casa Hermandad de Los Aceituneros, en calle Padre Miguel Román, desde donde tuvo lugar una gran “petalada” y una pequeña función de fuegos artificiales que avisaron a toda Utrera que la Virgen haba llega a su segunda casa la Iglesia de Santa María de la Mesa. Allí fueron depositadas las andas, quedándose unos minutos al culto para inmediatamente después pasarla a su paso habitual de los primero de Mayo y que presidiera así el Pontifical que se celebraría al día siguiente.
Pero sin duda esos dos momentos de mayor emoción y pasión por la Virgen, y que se recordaran de este día para siempre, fueron la llegada a de la procesión a Calle Sacramento y el tramo de Preciosa a Padre Miguel Román.
El primero al paso de la comitiva por delante de las puertas de la casa del Hermano Mayor, Rafael Rojas, quien por motivos de salud no pudo asistir a los actos (hubo de seguirlos en directo a través de la Televisión de Utrera Uvitel.Tv.), así pues, al llegar la Virgen a la altura de su Balcón, y siéndole encarada hacia él por sus capataces, Rojas apenas puedo contener la emoción que le embargaba y que sin proponérselo transmitió a todos los presentes, quienes agradecieron su esfuerzo, dedicación, sacrificio y compromiso para con este su Triduo y se lo demostraron aplaudiendo con palabras de ánimo al Hermano Mayor y Vivas a la Virgen del Consuelo.
El otro momento apasionado, lleno de amor y devoción a la Virgen, fue el protagonizado por el Coro Hermandad, miembros de la Tertulia “El Sahumerio” y un grupo de devotos y fieles que nunca faltan acompañados por la guitarra de David Gutiérrez, quienes cantando pusieron un punto de especial emoción al recorrido, con sus cantes y plegarias a la Virgen de Consolación que conmemoran aquellas letras escritas por el recordado Tate Montoya y que dieron vida en el disco del año jubilar que todos los del lugar recordamos con mucho cariño. Canciones que llegan al alma y qué transforman un momento auténtico en algo único, el pueblo responde, se emociona y lo vive de un modo muy singular con la Patrona como protagonista, y que transmiten a todos los que tuvieron la oportunidad de vivir ese corto pero intentísimo recorrido por una de las calles con más encanto del corazón de Utrera.
