El sábado, 29 de octubre, quedará para los anales de la historia de la Casa Salesiana de Utrera y para la ciudad de Utrera en general, que se echó a la calle para ver a María Auxiliadora y acompañarla en el día de la imposición de la Medalla de Oro de la ciudad a la imagen que Don Bosco envió, desde Marsella, en 1885.
A las 16:36 horas, las puertas de la Basílica de María Auxiliadora se abrían para comenzar el traslado de la Virgen Salesiana hasta la Plaza de Pío XII lugar donde se celebró el pontifical, en un altar improvisado pero estudiado ya que fue el monumento a San Juan Bosco el que presidió la eucaristía a la que acompañó musicalmente el coro Juvenil del colegio salesiano de Utrera.
Plaza llena de personas que respetuosamente siguieron la misa en la que, también, estuvo presente la Corporación Municipal, los distintos grupos de la Casa Salesiana y representación de la ADMA llegadas desde diferentes puntos de Andalucía.
Al finalizar la misa se procedió a la entrega de la Medalla de oro de Utrera a María Auxiliadora. El secretario del Ayuntamiento utrerano dio lectura al acta de concesión de la más importante distinción que otorga la ciudad, como acto previo a la entrega de esta, así como el cuadro que acredita tal concesión, por parte del alcalde, José María Villalobos, al director de la Casa Salesiana de Utrera, D. Ramón Ronda.
Una vez colocada, por el alcalde, la Medalla en el relicario que María Auxiliadora llevará ya en su paso, comenzaba la organización de la procesión extraordinaria que se prolongó algo más de lo previsto.
Y es que Utrera se volcó con la Virgen de Don Bosco a la que cantaron sevillanas, salves y obsequiaron con miles de pétalos a su paso.
Procesión histórica, no solo por la devoción que se le mostró a Ella con los exornos de las calles sino también por los altares que montaron para la jornada en los colegios de las Salesianas y Sagrada Familia, o en las capillas de San Francisco y San Bartolomé. La virgen de los Dolores, Jesús Nazareno y la Virgen de las Angustias aguardaban a María Auxiliadora para tener ese encuentro irrepetible.
En la recogida, los sones de la Asociación Musical Utrerana, que acompaño a María Auxiliadora durante todo el recorrido, se mezclaron con la gran y espectacular función de fuegos artificiales con los que se cerró esta jornada histórica para Utrera.
María Auxiliadora es la segunda imagen coronada canónicamente en la ciudad, junto a la Virgen de Consolación y, desde el sábado, es la tercera que ostenta la Medalla de Oro de Utrera pues, previamente, la recibieron la patrona de Utrera (1994) y Nuestro Padre Jesús Nazareno (1997).
