Larga ha sido la espera para reencontrarse con María Auxiliadora en las calles de Utrera, ya que, debido a la pandemia, la Virgen de Don Bosco no salía en procesión desde 2019.
Si cada 24 de mayo los utreranos se echan a la calle para acompañar a María Auxiliadora, haga calor, amenace lluvia, sea día festivo o laboral y la ciudad hace de este día una gran fiesta para la que se engalanan las calles del recorrido inundadas de celeste y rosa, este año quizás haya sido más especial y multitudinaria.
A las 20:00 horas se abrían las puertas de la Basílica de María Auxiliadora y comenzaba a salir el extenso cortejo que configuraba la Procesión de la Virgen de Don Bosco. Los más pequeños del colegio vestidos de angelitos, niños y niñas de comunión, profesores del centro, Consejo de Hermandades y Cofradías, representación de Aldaba, ADS, Asociación de María Auxiliadora, Antiguos Alumnos, Hermandad de Los Estudiantes.
También, este 2022, ha contado con representación de parte del equipo de gobierno municipal con el alcalde de la ciudad a la cabeza. José María Villalobos fue, además, quien hizo la primera llamada al paso de María Auxiliadora en el interior de la Basílica.
Nuevamente, los puntos más destacados del recorrido se vivieron ante el colegio Divino Salvador de las Salesianas y de ahí hasta Perafán de Rivera, donde volvió a vivirse la emoción con el paso de la Virgen que fue recibida con una enorme petalada.
El Altozano, con banderolas celestes y rosas, veían el triunfal paso de la procesión que antes de adentrarse en la Calle Ancha, se detuvo ante las puertas de la Capilla de San Francisco.
Por último, la Calle Ancha engalanada, servían de pórtico a la triunfal recogida de la Virgen Salesiana, que antes de entrar en la Basílica, se detuvo ante la Capilla de San Bartolomé.
A las 23:00 horas los sones de la Marcha Real ponían el punto final a la procesión. Tres horas en las que Utrera se reencontró con Ella y volvió a rendirse a sus plantas.