Utrera arropó un año más a su Patrona en la salida procesional del 1 de mayo para celebrar junto a ella el 49º Aniversario de su Coronación Canónica, como también lo hicieron devotos llegados de municipios aledaños y otros puntos geográficos en los que ‘la del barquito en la mano’ posee numerosos fieles.
El himno de la Coronación Canónica, interpretado por la Asociación Musical Álvarez Quintero, inauguraba este reencuentro de la Virgen con sus fieles, del pueblo de Utrera con su alcaldesa perpetua, el de la Santísima Madre con sus hijos. A las 17:30 horas se adentraba en el Paseo de Consolación un cortejo compuesto por una representación de las hermandades de penitencia, gloria y sacramentales de Utrera, miembros la sevillana Hermandad de la Sed cuya imagen titular comparte advocación con la Patrona de Utrera y autoridades religiosas y civiles. En representación de este último grupo asistieron varios miembros de la corporación local encabezados por el alcalde, Francisco Jiménez, que retomaba su agenda tras más de dos semanas de hospitalización.
Tras ellos aparecía la Virgen de Consolación rodeada de flores blancas como su saya, con manto verde, la presea de la coronación, su valioso barquito de oro y cristal de roca y la vara de alcaldesa perpetua. Así, luciendo sus mejores galas, fue portada por primera vez por dos cuadrillas propias de costaleros que la guiaron a través del Paseo de Consolación, el parque que lleva su nombre, la Glorieta Hermanos Álvarez Quintero y regreso al Santuario por la zona peatonal.
Tres horas de gloria y devoción mariana en la que se vivieron emotivos momentos, como la ofrenda floral que realizaron los mayores del Geriátrico de la Mulata en el Paseo de Consolación, donde habían acudido acompañados de sus cuidadores para participar en este importante acto. Ya en la recogida y como no podía ser de otra forma volvió a sonar el Himno de la Coronación para despedir a Patrona.
De esta forma concluía una intensa semana plagada de actos en torno la efeméride. El domingo 28 comenzaba el triduo preparatorio con la presentación de los niños ante la Virgen, que contó con un número menor de participantes que en pasadas ocasiones quizás por la desapacible climatología. Aún así fueron varias las madres y padres que no quisieron perderse el instante en que sus pequeños son alzados ante la Patrona para que los proteja bajo su manto.
El lunes eran los enfermos los que recibían la bendición de Nuestra Señora de Consolación y la Santa Unción, en un acto cargado de la emotividad de aquellos que depositan sus esperanzas en la fe.
El martes, último día de triduo, tuvo lugar la tradicional ofrenda floral de los escolares, que llenó el Santuario de cantos, bullicio y alegría. Los niños de los diferentes centros del municipio escucharon atentos las explicaciones de Don Diego Pérez Ojeda, vicario episcopal de la zona este, párroco de Santa María y rector del Santuario.
Los actos finalizan el domingo 5 de mayo con la exposición de la Virgen en devoto besamanos de 10:00 a 20:30 horas, ininterrumpidamente.
