La ciudad de Utrera guarda luto por el fallecimiento de su Hijo Adoptivo Diego Neyra. El pintor y maestro, nacido en Castilblanco de los Arroyos, pero que desde 1976 era un utrerano más, fallecía en la madrugada de este pasado martes, 13 de noviembre, curiosamente cuando se celebra el día de San Diego de Alcalá.
El mundo de la política, de las artes y de la enseñanza se han unido para despedirse del artista, del compañero, del maestro, pero sobre todo del amigo.
En el Tanatorio se ha celebrado el responso por el alma de Diego Neyra, Hijo Adoptivo de Utrera desde 2012, pero utrerano de corazón, que además -como destacaba el portavoz del Grupo Municipal del PP, Fernando Torres- ha visto cómo la ciudad que eligió para vivir, junto a su mujer y sus cuatro hijos, le ha otorgado los reconocimientos en vida como este nombramiento de Hijo Adoptivo o el bautizar a la Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura con su nombre.
En el mismo sentido, el portavoz del Gobierno Municipal, Francisco Campanario, destacaba que el reconocimiento de su pueblo natal y adoptivo lo ha podido recoger y disfrutar junto a su familia y amigos. Para Campanario, el fallecimiento de Diego Neyra es “una gran pérdida” y en su caso a nivel personal, también, pues le une una gran amistad a la familia.
Será la obra pictórica de este magnífico artista la que perdure en la memoria de todos y quede para siempre, como destacaba José Dorado, exalcalde de Utrera.
Todos coinciden en destacar de Diego su profesionalidad, trabajador incansable, gran maestro, gran persona y plenamente asentado en Utrera colaborando con instituciones o colectivos cada vez que se le reclamaba.
El escultor utrerano Salvador García, amigo y compañero de Diego Neyra ha destacado su honestidad con todo lo que hacía “sin traicionarse”, descubriendo también sus cualidades como “gran ilustrador”, con varios libros ilustrados en su haber.
“Su quehacer diario sirve de ejemplo”, su obra siempre será un magnífico espejo en el que mirarse, aquellos que comienzan, y en el que contemplar paisajes, escenas de la vida cotidiana siempre con el perfecto trazo de su plumilla. Descansa en paz, Diego: maestro, artista y utrerano.
