Unos cuantos cohetes, acompañados de repiques de campanas, marcaron el inicio del que es un día importante para los molareños/ molareñas. En un ambiente verde y grana se podía respirar un 29 de julio diferente ya que este año, al igual que el anterior, con motivo de la Covid 19, la bendita imagen no podrá recorrer las calles de su pueblo. Aun así, la Agrupación Parroquial Sacramental de Santa Marta puso voz a un encuentro memorable con sus cantos. Después de que todo un pueblo se uniera bajo el Himno de la titular el coro se atrevió con algunas melodías cargadas de devoción, plegarias y amor que provocaron alguna que otra lágrima en el rostro de los que se encontraban allí presente.
Un simple encuentro bajo la oscura mirada de la Patrona fue suficiente para saciar la necesidad que muchos fieles tenían de acercarse a la bendita imagen.
No cabe duda, de que la tristeza inunda las calles de Los Molares un año más pero la fe, fervor y amor hacia Santa Marta sigue latente en el corazón y en el alma de cada molareño/a.