Los trabajadores afectados por el cierre de la fábrica Roca situada en Alcalá de Guadaíra, entre ellos varios utreranos, continúan movilizándose ante lo que consideran “un cierre injustificado”. Han protagonizado un encierro en la Catedral de Sevilla y varias movilizaciones desde el mes de diciembre y ahora continúan su lucha con nuevas actuaciones.
Un grupo de 12 trabajadores ha iniciado una huelga de hambre indefinida en las instalaciones de un parque de bomberos en Alcalá de Guadaíra, cercano a la factoría, para mostrar su rechazo al expediente de regulación de empleo (ERE) y este martes se inicia una serie de marchas a pie desde la factoría hasta cada uno de los municipios más afectados y la Diputación de Sevilla para recabar el apoyo de los ciudadanos. Está previsto que lleguen a Utrera el 20 de marzo. El alcalde, Francisco Jiménez, ya mostró su apoyo a los afectados reuniéndose con ellos durante su primer encierro y elevando una moción al pleno en contra del cierre.
Por otra parte han solicitado a la Junta de Andalucía que “denuncie a la empresa por «estafa e incumplimiento de los acuerdos alcanzados a raíz del cierre de Cerámicas Bellavista, pues cuando cerró esa fábrica, con sede en Dos Hermanas, se argumentó que se quería potenciar la planta de Alcalá, pero ahora la empresa también quiere cerrarla».
«Entonces en la planta nazarena se producían entre 35.000 y 40.000 piezas al mes y en Alcalá se ha llegado a un total de 36.000 pero en los tres años desde 2010 y 2012 con una inversión solamente del tres por ciento», indican los trabajadores.
Asimismo, pretenden ir ante la Audiencia Nacional para presentar una denuncia judicial por el ERE, ya que, «como no tenemos la tutela de la administración laboral (ni Ministerio ni Junta) porque no lo permite la ley”.
Ante esta situación, tras llevar 56 días de huelga, han vuelto a convocar otro mes de huelga indefinida, que irá acompañada de la venta de ‘bonos solidarios’ de cinco euros con el que se ayudarán a las familias de cada uno de los trabajadores, ya que «llevan muchos días sin cobrar a raíz de esa huelga y muchos de ellos se encuentran en situaciones complicadas, con amenazas de desahucio o cortes de luz». Los llevarán para la venta en todas sus marchas, los repartirán por entidades sociales que quieran colaborar.
