Con el Miércoles de Ceniza arrancaba una nueva Cuaresma y, con ella, la llegada del primer acto oficial organizado por el Consejo de Hermandades y Cofradías de Utrera: el Vía Crucis. Este 2017 lo protagonizaba la imagen de Nuestro Señor Jesucristo orando en el huerto que está celebrando el centenario de su primera estación de penitencia con la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y, la primera fase de su restauración a cargo de Fernando Aguado que ha devuelto al Señor su policromía original.
Solemnidad y recogimiento acompañaron el desarrollo de este acto piadoso, que discurrió entre las parroquias de Santa María de la Mesa y Santiago el Mayor, con una perfecta coordinación y organización tanto por parte del Consejo como de las Hermandades de Penitencia, Gloria y Sacramentales que conformaron el cortejo, portando Cruz de Guía acompañada de dos faroles o palermos. Un año más el coro Siarum y un trío de música de capilla ponía el acompañamiento musical al Vía Crucis.
Al igual que ocurriera en 2016, los azulejos con las catorce estaciones del Vía Crucis se instalaron, de manera provisional, en las fachadas de algunas viviendas prendido de balcones y ventanas, tras la reiterada negativa de la Comisión de Patrimonio y Casco Histórico a su instalación definitiva en el centro de la ciudad.
Tras el rezo de la Oración Final con la que se daba por concluido el Vía Crucis en la Parroquia de Santiago el Mayor, se dio inicio al traslado de regreso de la imagen de Nuestro Señor Jesucristo orando en el Huerto a su capilla de San Bartolomé, de donde había salido en la noche del sábado, tras el último día de Triduo, hacia la Parroquia de Santa María de la Mesa. Allí quedó expuesto en el altar mayor para presidir la celebración de la Función Solemne del centenario celebrada, este domingo, por el Arzobispo de Sevilla y la celebración del Vía Crucis.
