En la festividad de San Fernando, rey conquistador, se celebraba, en la Iglesia Conventual de la Purísima Concepción de las Madres Carmelitas, la Exaltación Eucarística, a cargo del cofrade utrerano Roberto Jímenez Corpas, quien fue presentado por su amigo de la infancia y compañero de Junta de Gobierno de la Hermandad Sacramental y del Redentor Cautivo, José Joaquín Prieto Álvarez de Toledo. Del encargado de ofrecer el preámbulo al Junio Eucarístico utrerano dijo, que “su religiosidad no se queda solo en vestir de nazareno o costalero, sino como católico comprometido”.
Roberto Jiménez, ofreció la exaltación a su familia, a su mujer y a sus tres hijos, y tras agradecer al consejo esta oportunidad “porque ha aumentado su fe”, se centró en el Santísimo y profundizó en el principal Dogma Cristiano como es la Eucaristía y la comunión. La Eucaristía como “centro indudable del Cristianismo”.
Lamentó que no se dedicaran más horas a velar al Santísimo en las iglesias de Utrera como se hace en la capital, proponiendo la unión entre las hermandades para “hacer compañía al Señor. Algo que corresponde a todos los cristianos y no solo a los que pertenecen a las Hermandades Sacramentales”.
Roberto Jiménez se acordó de la juventud y de los niños para los que pidió más acercamiento y darles “más calor en la Iglesia y en las Hermandades”, aprovechando que éstos se acercan para vestir la túnica de nazareno o el costal. Para Jiménez “la vida en la tierra debe ser el aprendizaje de la vida del cielo”, por lo que invitó a “formar los corazones y frecuentar el banquete de la Eucaristía”
También, tuvo palabras para su familia y para la Virgen María que “nos alimenta en la Sagrada Comunión”.
Después de su intervención, recibió el aplauso de todos los presentes y el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Manuel Peña, le hizo entrega de un pergamino.
La parte musical estuvo a cargo de José Fernández Rodríguez, al piano con la interpretación de las marchas Corpus Christi y Triunfal, al principio del acto.