La Casa Palacio Román Meléndez ha reabierto sus puertas este miércoles 30 de abril, restaurada y adaptada para acoger 17 viviendas, tanto en régimen de compra como de alquiler. La transformación de este histórico inmueble, ubicado en pleno centro de Utrera, ha sido liderada por la Gestora de Inmuebles Santos, con la promoción de Building Management Andalucía S.L.
Orígenes de la Casa Palacio
Construida en 1730 por Román Meléndez, figura estrechamente vinculada a la Catedral de Sevilla y autor de la obra Epílogo de Utrera, la casa palacio ha sido testigo de múltiples etapas: residencia familiar, casa de vecinos y, más recientemente, casa de ejercicios espirituales del Opus Dei. En los últimos años, su deterioro había dejado el edificio en un estado casi ruinoso.
Restauración con respeto al legado
La rehabilitación ha respetado al máximo la esencia del edificio. Como señaló Manuel Jesús Santos, uno de los impulsores del proyecto, el objetivo era “devolverle la vida y su personalidad original, integrando a la vez las comodidades de la vida actual”.
Entre los elementos restaurados destacan la fachada, los azulejos originales, las rejas y la puerta principal, cuya recuperación ha llevado más de 16 meses. También se han conservado elementos arquitectónicos interiores, como los azulejos de las escaleras, y se han incorporado detalles fabricados a medida, como apliques creados por un orfebre sevillano y puertas de maderas nobles que reproducen fielmente las originales.
Inauguración
La inauguración contó con la presencia de autoridades y representantes institucionales. Participaron el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez; Susana Cayuelas, directora de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía; y Manuel Muñoz Ríos, sacerdote salesiano que bendijo el edificio. También estuvieron presentes miembros de la Caja Rural de Utrera, entidad a la que Manuel Jesús Santos agradeció especialmente su apoyo.
Tomás García, otro de los responsables del proyecto, destacó el gran esfuerzo realizado por todo el equipo en una obra que, pese a los numerosos desafíos técnicos, ha culminado con un resultado “muy satisfactorio”.