El pasado sábado, 23 de noviembre, el Auditorio Municipal Manuel Lara Cantizani de Lucena se convirtió en el epicentro de la grandeza musical con la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven a cargo de la Orquesta Sinfónica Artis et Culturae, bajo la batuta del maestro Alberto Cubero.
Desde los primeros compases, quedó claro que el público estaba ante una velada memorable.
La dirección de Alberto Cubero se destacó por su claridad y sensibilidad, logrando que cada sección de la orquesta brillara con precisión y emoción.
El director imprimió un equilibrio notable entre la monumentalidad de la obra y la sutileza de sus detalles, consiguiendo momentos de auténtico lirismo en los movimientos iniciales y una fuerza arrolladora en el final.
Los solistas, Arantza Ezenarro (soprano), Esmeralda Espinosa (mezzosoprano), Juan de Dios Mateos (tenor) y Damián del Castillo (barítono), estuvieron a la altura del desafío, entregando interpretaciones vocales llenas de expresividad y técnica impecable.
Destacó especialmente la calidez de la mezzosoprano Esmeralda Espinosa y la presencia escénica de Damián del Castillo.
Por su parte, los coros participantes (Elí Hoshaná, Coro Ciudad de Jaén y Agrupación Cantoría de Jaén) aportaron un nivel vocal de excelencia. Su interpretación de la «Oda a la Alegría» fue el clímax de la noche, un momento de pura conexión emocional que logró conmover profundamente al público.
La Orquesta Sinfónica Artis et Culturae demostró su prestigio con una ejecución que combinó precisión técnica y emotividad. El público respondió con una ovación prolongada que evidenció el impacto de la música en una sala completamente entregada.
Este concierto no solo celebró dos aniversarios importantes —el décimo del auditorio y el bicentenario del estreno de la Novena Sinfonía—, sino que reafirmó la relevancia de la música clásica como un lenguaje universal de fraternidad y esperanza. Sin duda, una noche inolvidable para la ciudad de Lucena y para todos los asistentes.