La Hermandad de los Aceituneros marcó el ecuador de la Semana Mayor con una solemne y multitudinaria estación de penitencia. Como cada año, una gran multitud se congregó en los alrededores de la Parroquia de Santa María de la Mesa para presenciar la salida de la hermandad.
La comitiva procesional inició su recorrido a las 19:00 horas desde el templo, encabezada por el paso de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, que fue portado por 35 costaleros bajo la dirección del capataz Valentín Campanario Gutiérrez. Le seguía el paso de palio de María Santísima de la Paz, llevado por 30 costaleros a las órdenes de Manuel Campanario Gutiérrez.
La Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de los Remedios de Castilleja de la Cuesta acompañó al atado, mientras que los sones de la Asociación Musical Nuestra Señora del Águila de Alcalá de Guadaíra acompañaron a la Virgen de la Paz.
El paso del Señor estrenó varias novedades este año, destacando un elegante juego de potencias diseñado por el utrerano Sebastián Martínez Zayas y ejecutado por los talleres de Orfebrería Triana, así como el dorado completo de los respiraderos, nuevas dalmáticas, pertiguero para el cuerpo de acólitos y dos bocinas.
La entrada en la Carrera Oficial se produjo en torno a las 20:15 horas, y la hermandad continuó su recorrido entre el fervor popular hasta alcanzar la calle Rodrigo Caro, donde la recogida volvió a ser uno de los instantes más esperados de la jornada. Ya bien entrada la madrugada, pasada la 01:00 h, el cortejo puso fin a su estación de penitencia con la entrada en su templo.
