El pasado domingo fue un día importante en la agenda de la Asociación Parroquial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de Los Dolores, de El Palmar de Troya, pues han querido conmemorar en este año 2014, el 30 aniversario de la bendición de su titular, la Virgen de Los Dolores, con una peregrinación al Santuario de Consolación.
Al coincidir con el Año Jubilar de Nuestra Señora de Consolación, por el cincuentenario de su coronación canónica, este colectivo de fieles ha querido organizar una peregrinación desde el azulejo de la Virgen de Consolación ubicado en la iglesia de San Francisco, hasta el Santuario de la patrona utrerana.
En torno a las 10 de la mañana llegó un centenar de vecinos de El Palmar en autobús a la plaza del altozano donde rindieron honor al cristo yacente de la Veracruz y Santo Entierro, antes de comenzar la peregrinación. Encabezados por el estandarte de la Asociación, el gran grupo de fieles marcharon por la calle Ancha hasta llegar a la Capilla de San Bartolomé para rezar unas oraciones ante los pies de Jesús Nazareno y la Divina Pastora que se encontraba en el templo en ese momento.
Continuaron el camino por la calle Cristóbal Colón hasta llegar al paseo de Consolación donde se pudo apreciar la gran fila de peregrinos que se formó. Una vez llegados al Santuario, donde los esperaban la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación, se celebró la Santa Misa para conmemorar el 30 aniversario de la bendición de la santísima Virgen de los Dolores.
Tras la eucaristía, la Asociación parroquial quiso ofrecer un reconocimiento a varias hermandades por la ayuda prestada. En primer lugar a la Hermandad de los Salesianos por prestar las flores, el paso de Domingo Sabio y la orientación en la primera salida del Cristo que preside el altar de la iglesia de El Palmar en 1981. Recogió dicho reconocimiento Manuel Orellana.
En segundo lugar le dieron un recuerdo a la Hermandad de Los Muchachos de Consolación por el apoyo que desinteresadamente han ofrecido hasta el día de hoy, recogió el cuadro y un ramo de flores para la Virgen de la Amargura, Santiago Fernández.
La asociación parroquial también tuvo un momento para reconocer la colaboración prestada desde la Hermandad de Los Gitanos de Utrera y le ofrecieron un cuadro conmemorativo al hermano mayo, Juan Peña.
Para la Hermandad de Consolación Coronada, se lo ofrecieron por la gran acogida que tuvieron hace 30 años hacia hermandad, Joaquín Villalba recogió el recuerdo y a la camarera se le entregó un ramo de flores.
Pero no solo las hermandades utreranas han ayudado a este grupo, la Santa Cruz y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en la Presentación al Pueblo y Nuestra Señora del amor y sacrificio de Dos Hermanas fueron reconocidos por el apoyo brindado a los palmareños.
Por último, tuvieron dos reconocimientos especiales; al artista, Álvaro Valle García, por plasmar el XXX Aniversario de la bendición en un precioso óleo sobre lienzo y al primer Hermano Mayor de la Asociación Parroquial, José Álvarez Soriano, el cual recibió un emotivo recuerdo.