Este fin de semana pasado ha habido un gran número de actividades a las que acudir y disfrutar del ambiente pre navideño en la ciudad. Además de las proyectadas por el ayuntamiento se han unido las hermandades utreranas y la Parroquia de San José.
Ajetreo que hacía posible que a pesar del frío y la niebla se deseara estar en la calle, disfrutando de los villancicos, candelas y las luces de Navidad.
Destacamos, entre otras, las siguientes:
El Belén Viviente de la Hermandad de la Quinta Angustia que sí ha podido mostrarse, sin lluvias este fin de semana, al inmenso número de visitantes que ha el Castillo. Quien no haya podido, aún, ver este particular “Belén” utrerano tienen una nueva posibilidad el próximo fin de semana ya que se ha prorrogado a los días 27 y 28 de diciembre.
Pero la Parroquia de San José, también, celebró este sábado su tradicional Belén Viviente en la Basílica de María Auxiliadora.
Las puertas de la Capilla de la Trinidad sirvió de escenario para una de las imágenes más típicas navideñas: la candela alrededor de las que se cantan los villancicos acompañados de los dulces típicos de la Navidad y una copa de anís. Tarde en la que la música la pusieron los coros La Plazuela y Los Quintero.
Ya el domingo tuvo una de las más divertidas de este intenso fin de semana como fue la visita del Cartero Real al Santuario de Consolación, organizada por la hermandad de los Muchachos de Consolación. Merienda con fines solidarios ya que había que aportarse un kilo de alimentos para contribuir con la Bolsa de Caridad de la Hermandad. A la vez que los más pequeños podían entregar sus cartas al Cartero Real se pudo escuchar la actuación del Coro Cautivo y tras ellos, a las puertas del Santuario, la Banda de Cornetas y Tambores Muchachos de Consolación interpretó una serie de canciones populares y de series de dibujos animados para amenizar una tarde de la que el protagonista más destacado fue el payaso Zanahorio que movilizaba al público que escuchaba a la banda.