Tras cuatro años de ausencia, la Hermandad Salesiana y Cofradía de nazarenos del Santísimo Cristo del Amor, Nuestra Señora de las Veredas, María Auxilio de los Cristianos y San Juan Bosco “Estudiantes” salía a la calle para realizar su estación de penitencia.
A las 7 de la tarde, las puertas de la Basílica de María Auxiliadora se abrían de par en par para que los penitentes de túnicas de cola blancas y rojos capirotes comenzaban su caminar, por las calles utreranas, acompañando a los sagrados titulares de la Hermandad
La banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno de Arahal puso los sones a la tarde del Martes Santo y entonó a la salida del misterio Cristo del Amor todo un clásico de la Semana Santa y de esta hermandad para recibir a su titular en la calle.
Se ha notado en el andar del paso de misterio el cambio a las trabajaderas sevillanas que ha sido uno de los estrenos que esta hermandad ha presentado este año, así como la restauración del llamador que perteneció al anterior paso del Cristo del Amor y que procede de la Hermandad del Museo de Sevilla.
Con la cofradía adentrándose por María Auxiliadora hacia Ramón y Cajal, salía el palio de Nuestra Señora de las Veredas, acompañada musicalmente por la Banda Municipal de Arahal. Los sones de “Virgen de los Estudiantes”, un año más recibieron a la dolorosa que lucía su exorno floral de rosas y claveles blancos.
Por fin, el techo de palio de Nuestra Señora de las Veredas, cuyo estreno estaba previsto para 2020, ha podido verse en la calle. En la presidencia del palio ha realizado el recorrido el pregonero de la Semana Santa de Utrera, José María Martín Corrochano, al ser invitado por la hermandad.
En el paso por el Ayuntamiento es de destacar el buen desfile de los nazarenos más pequeños, que iniciaban los tramos de la Virgen. Las saetas en el balcón del consistorio han estado interpretadas este Martes Santo por Consolación García Segovia.
Otro de los momentos que más expectación despierta esta cofradía es su paso por la collación de Santa María, con esa variación entre Preciosa y Menéndez Pelayo, de enorme dificultad por las medidas del paso.
Y desde el barrio de Santa María, la hermandad salesiana llegaba a la Carrera Oficial. Tras el paso por el recorrido oficial, comienza el camino de regreso a casa buscando la Vereda.
Encara la recta final, por la calle Virgen de Consolación donde miles de pétalos reciben a Nuestra Señora de las Veredas, con los sones de Encarnación Coronada, para hacer la variación de entrada en San Juan Bosco con Macarena de Abel Moreno y “Pasan los campanilleros” para llegar a las puertas de la Basílica de María Auxiliadora.
