Muchos de sus discípulos, admiradores y amigos le dieron un merecido homenaje en la Casa de Cultura de Utrera, en 2016, donde hubo una exposición para rendirle tributo a su fecunda vida.
En la mañana del 15 de junio de 2024, fallecía el gran escultor utrerano Pedro Hurtado González, en Utrera, en concreto en la casa de su hija Encarna y de su yerno Paco García Infantes.
Pedro Hurtado, según cuenta su biografía, nació en Utrera, el 8 de diciembre de1933 y estudió lo esencial en el desaparecido Colegio de San Francisco (en su solar, hoy, se encuentra el Colegio Rodrigo Caro).
Prontamente, despertó, en él, su inclinación al mundo del arte, por lo que en un tejar o cantarería se entretenía en hacer figuras de barro.
Tras convencer a su familia, muy joven, se colocó en el taller trianero de cerámica de Pedro de Navia, en la que tuvo de compañero al sin par imaginero carmonense Francisco Buiza Fernández. De la cerámica pasó al taller del granadino Rafael Barbero Medina, donde aprendió y se ejercitó en la Escultura.
Tras unos años con Barbero, se trasladó a Madrid, en los que siguió aprendiendo en otros obradores artísticos. Pronto volvería a la capital de Andalucía, donde trabajó en el taller del escultor Antonio Illanes Rodríguez.
Después del aprendizaje con todos estos maestros, junto a sus cualidades innatas para el dibujo, modelado, pintura y escultura, se estableció por su cuenta con taller propio en su ciudad natal (en las calles Nueva y Molares), donde ha estado en activo hasta hace poco, dando muestras de su sapiencia en diferentes disciplinas artísticas, sobre todo, en la estatuaria, utilizando materiales de todo tipo, como la madera, el metal o la piedra.
Sus numerosas obras se encuentran distribuidas por toda España y otros países, observándose, en ellas, su maestría y su magnífico acabado.
Otra de sus facetas destacadas, debido a su admiración por el mundo del arte, fue su inquietud por la arqueología, de manera que ha llegado a reunir valiosas piezas antiguas, que se encuentran en diversos museos, incluidas las que están almacenadas, en dependencias municipales, para el futuro museo de nuestra localidad.
Muchos de sus discípulos, admiradores y amigos le dieron un merecido homenaje en la Casa de Cultura, el 1 de abril de 2016, donde hubo una exposición para rendirle tributo a su fecunda vida.
En cuanto a su vida familiar, se casó con Encarnación Molina Gómez, a principios de los sesenta. Matrimonio que tuvo a Pedro (escultor), Encarnación (escultora), Antonio (+ en 2011), Beatriz (pintora) y Francisco (+ en 2020). Además, completa esta familia utrerana de artistas, su hermano Juan, que es un reconocido pintor y reside fuera de Utrera.
Por último, como destacó su gran amigo el académico Pedro Sánchez Núñez, es digno de resaltar su sencillez y humildad, por lo que no le gustaba recibir homenajes, de manera que, según, las palabras del cronista de Dos Hermanas: “Pedro nunca pretendió nada en el mundo del arte, solo trabajar en lo que le gusta, ser feliz, vivir dignamente y ayudar a su familia y a sus hijos… ¡y a fe que lo consiguió!”.
Descanse en paz, tan buen utrerano.