La plaza de toros de la Mulata de Utrera, fue escenario el sábado de la alternativa del diestro de la tierra Curro Durán hijo, formando cartel junto al torero extremeño Alejandro Talavante y al sevillano Pablo Aguado, que ejercieron de padrino y testigo, respectivamente, en la ceremonia del doctorado.
Se lidiaron reses de Luis Algarra Polera de desigual juego y presentación, en un coso que registró un tercio de entrada, en calurosa tarde de mayo.
Tras guardarse un minuto de silencio en el paseíllo en recuerdo al picador de toros de Utrera Luis Saavedra que fallecía en enero de este mismo año, abrió la terna el utrerano Curro Durán, que se lució con el capote a la verónica.
Tras la ceremonia en la que Talavante le cedía los trastos al de Utrera en presencia de Aguado, y brindarle la res de su debut como matador de toros a sus padres, comenzaba la faena al astado con unas primeras tandas sobre la derecha ante un toro noble y apagado que se fue frenando en los siguientes muletazos.
El diestro utrerano mató al de Algarra de tres pinchazos y dos descabellos. Fue ovacionado por el público.
El segundo del utrerano, sexto en el orden de lidia, fue el mejor presentado de la tarde, un toro bravo y con clase que fue premiado con la vuelta al ruedo.
Con este, Durán mostró su mejor versión a la verónica, con ganas y con pasión. Tras brindar al público, comenzó con pases por la espalda, para estirarse después con buenos derechazos, y regalar una tanda muy templada con la izquierda, que levantó los olés en el tendido. Mató de dos pinchazos y una estocada defectuosa. Saludó al respetable.
Fue en este sexto de la tarde, en el que el picador utrerano Cristóbal Cruz puso el punto final a su carrera profesional despidiéndose de los ruedos en su tierra natal y a las órdenes de un matador de toros de Utrera.
El extemeño Alejandro Talavante, en su primero mostró su arte y dominio de la lidia con una res que apenas pasó por la suerte de varas.
El pacense comenzó con una espectacular tanda de muletazos de rodillas, para continuar con magníficas series por ambos pitones, en las que brilló con su portentosa mano izquierda, para finalizar con manoletinas. Le concedieron dos orejas tras matar de una estocada caída.
En el cuarto, un animal que se movió con alegría en los primeros compases de la lidia, Talavante regaló templadas verónicas, toreando con gusto. En banderillas saludaron Javier Ambel y Manuel Izquierdo.
Tras una faena en la que el toro echó la cara arriba en el toreo con la diestra, Talavante continuó al natural logrando alguna serie por el pitón izquierdo. Mató de dos pinchazos y una estocada, para ser ovacionado por el público.
Pablo Aguado se lució en el primero de su lote con un toreo a la verónica henchido de temple, rematando con una bonita media. Tras brindar al matador utrerano Alberto de la Peña, comenzó su faena sentado en el estribo con pases ayudados, para continuar con sendas tandas templadas por ambos pitones, para culminarla con unos ayudados por alto. Tras despachar a la res con una estocada tendida, el presidente le concedió una oreja.
En su segundo toro, Aguado hizo soñar al público con su toreo a la verónica, con lances pausados que mostraron el mejor toreo del sevillano “a cámara lenta”, al igual que fueron cumbres sus chicuelinas al quite.
Tras brindar al público, Aguado llevó a cabo un toreo ligado que llegó al tendido, mientras que al final el toro se vino a menos y el diestro de Sevilla, tuvo que utilizar más recursos mostrando su arte y firma personal. Oreja, tras una estocada caída.
Finalmente, tras el corte de dos orejas por parte de Alejandro Talavante y de Pablo Aguado, estos salieron a hombros por la Puerta Grande del coso de La Mulata.
Fuente: José Manuel Brazo Mena