Tras más de un año de trabajo de la Empresa Ágora, las obras de restauración del retablo mayor del Santuario de Consolación han llegado a su fin y han devuelto todo su esplendor a este que como en la homilía ha dicho el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, es “orgullo de Utrera”.
Antes de decretarse el Estado de Alarma se estableció el domingo, 5 de julio, como el día que el Arzobispo de Sevilla procedería a la bendición del retablo tras la celebración de una misa de Acción de gracias en el interior del Santuario donde se habrían retirado los andamios y se hubiese procedido a su limpieza en los días que la Virgen de Consolación estaría en Utrera (entre el 20 de junio y el 4 de julio).
El confinamiento que conllevaba el Estado de Alarma retrasó unos días más la finalización de las obras por lo que no se han retirado los andamios aún, pero manteniendo la agenda del Arzobispo este 5 de julio sí se ha bendecido el retablo que aún no podrá ser contemplado por los devotos y fieles de la patrona de Utrera que habrán de esperar al próximo 26 de julio.
Y como estaba previsto, el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha presidido la Santa Misa, que se ha celebrado en la explanada del Santuario, ante la imagen de la Virgen de Consolación, que se encuentra en el atrio, convertido en un sencillo altar junto a los titulares de la Hermandad Muchachos de Consolación (Santísimo Cristo del Perdón y María Santísima de la Amargura) y la imagen de San Francisco de Paula.
En su homilía el Arzobispo ha expresado su “gratitud a todos los que han intervenido en esta restauración” cuya finalización es “un motivo más que especial para dar las gracias a Dios” en este domingo.
Don Juan José Asenjo ha dado las gracias al Ayuntamiento de Utrera que ha destinado para estas obras 500000 euros, “sin esta cantidad es más que evidente que esta intervención no podría haberse llevado a cabo. Mis más expresivas gracias al alcalde y a su Corporación Municipal”.
275000 euros ha destinado la Parroquia de Santa María de la Mesa a esta obra, por ello el Arzobispo de Sevilla ha agradecido a Joaquín Reina, párroco de Santa María y rector del Santuario, su “ilusión, entusiasmo, dedicación y esfuerzo”, pues sin ellos “esta obra hubiese sido imposible”.
El Arzobispo de Sevilla ha hablado de la devoción a la Virgen que “es absolutamente necesaria porque es Madre y Medianera” y de la advocación de Nuestra Señora de Consolación, la “virgen de los ojos grandes” para que sea consuelo de “los muchos afligidos que hay hoy” recordando a las víctimas de esta pandemia, tanto los fallecidos y sus familiares como a esas personas que padecen esta crisis económica acarreada por el Covid-19.
A la finalización de la santa misa, el Arzobispo de Sevilla visitaba el retablo acompañado del alcalde de Utrera, José Mª Villalobos, y algunos miembros de la Corporación Municipal, así como el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez; y el diputado en el Parlamento andaluz, el utrerano Javier Fernández, el presidente de Caja Rural de Utrera, Antonio Cerdera, y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías utrerano, Roberto Jiménez Corpas, entre otros.
Tras esta visita, el Arzobispo de Sevilla procedió a la bendición del retablo del Santuario.
Como recuerdo de este día, don Juan José Asenjo ha recibido unos gemelos que representan el barquito de la Virgen de Consolación de Utrera.
