Desde el pasado 14 de marzo las calles están vacías y silenciosas debido al decreto de Estado de Alarma como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
También desde ese día los más pequeños han tenido que permanecer en casa sin ir al colegio, ni a los parques, ni ver a sus compañeros y amigos, y sin tan siquiera visitar a sus abuelos o jugar en la calle.
Han sido muchos días en los que la rutina de los niños ha transcurrido solo entre las paredes de sus casas y escuchando hablar a los mayores, una y otra vez, hablar del virus, del Covid-19, del coronavirus.
Ya este pasado domingo se ha permitido que los menores de 14 años puedan salir, acompañados de un adulto, para dar pequeños paseos. Muchos lo acogieron como un nuevo Día de Reyes y se echaron, con patinetes o bicicletas, a las calles eso sí cumpliendo con todas las medidas de distanciamiento social y de higiene. Pero hay otros niños que por el “virus” no han querido salir de sus casas.
Para ello ha surgido la iniciativa vecinal de la asociación “Roracalu” y sus amigos que han adornado las calles Santiago Apóstol y Real con mucho colorido, banderines, dibujos, todos motivos alegres con el objetivo de disminuir el miedo a los vecinos más pequeños en sus paseos autorizados.