La Capilla de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en el Colegio Salesiano de Utrera, fue testigo el pasado sábado de una noche llena de emoción, fe y devoción mariana. Allí se celebró el Pregón de las Glorias de María, una cita organizada por el Consejo de Hermandades y Cofradías de la localidad, que este año tuvo como protagonista a Ana María Sánchez Sousa, reconocida cofrade, escritora y periodista utrerana.
La encargada de presentar a la pregonera fue Cristina Díaz Guerrero, ahijada de confirmación de Ana Sánchez, que la definió como “un eslabón que sujeta a los suyos, que no ceden las tormentas y que no falla. Ana no viene hoy únicamente para hablar de la Virgen María, sino para regalarnos una parte íntima de sí misma.”
Un pregón íntimo que nace del corazón
Desde sus primeras palabras, Ana María Sánchez dejó claro que su pregón no era solo un discurso, sino un auténtico rezo a María. Confesó que esta oportunidad fue «un regalo de la Virgen», que la llevó a reflexionar sobre su propia vida y a reencontrarse con su fe más profunda.
El pregón arrancó con una reflexión sobre la Resurrección de Cristo, situando así a María como testigo silenciosa de la gloria de su Hijo. A partir de ahí, la pregonera fue hilando recuerdos personales, vivencias íntimas y reflexiones teológicas, en una narración escrita en prosa cargada de lirismo, ternura y verdad.
La Virgen siempre ha estado presente en su vida, como madre, como guía y como consuelo en los momentos más duros. Tuvo especial dedicación a María Auxiliadora “un año más me echaré a la calle e iré a buscarte en cada esquina para darte las gracias por tanto regalo.”
Un mensaje mariano con sello utrerano
El momento más sentido del pregón llegó en su tramo final, cuando Ana María dedicó un emotivo homenaje a la Virgen de Consolación, patrona de Utrera. Entre lágrimas contenidas, recordó su infancia bajo la mirada de la Virgen y describió cómo su figura ha sido faro y refugio para generaciones de utreranos. “Ay Virgencita de Consolación, a ti te ha rezado mi padre y ahora te rezo yo” proclamó emocionada, recibiendo uno de los aplausos más largos de la noche.
La fuerza del Rosario como hilo conductor
Uno de los gestos más simbólicos del pregón fue el uso de diferentes rosarios a lo largo de la intervención, cada uno vinculado al contenido que abordaba en ese momento. El primero, procedente del Vaticano, acompañó sus palabras dedicadas al Papa Francisco; el segundo, traído de Fátima, estuvo presente durante el pasaje dedicado a la Virgen de Fátima; y el tercero, recibido como regalo la noche anterior, fue el que sostuvo al hablar de la devoción al Rocío. Estos detalles, discretos pero llenos de significado, añadieron una dimensión aún más personal y espiritual al pregón.
La parte musical del acto estuvo a cargo de la Asociación Musical Álvarez Quintero, bajo la batuta de Sergio Calle Moreau. Las piezas elegidas —“Señora y Madre de Utrera”, “Tú, mi Auxiliadora” y “Rocío”— fueron seleccionadas personalmente por la pregonera, y sirvieron de contrapunto sonoro perfecto al mensaje del pregón, creando una atmósfera de recogimiento y solemnidad.
El pregón completo puede verse en el siguiente enlace de YouTube: