El más antiguo de los festivales flamencos de la geografía española, cumplía con su tradicional cita con Utrera,la ciudad que lo vio nacer, crecer y consolidarse. Sesenta y tres años han pasado desde la primera edición, aquella que nació como celebración de la primera salida procesional de la Hermandad de Los Gitanos, entidad organizadora de este evento, que es todo un acontecimiento social para todos los amantes del flamenco.
La LXIII edición del Potaje Gitano rendía homenaje, este pasado sábado 29, a Raimundo Amador, pionero en fusionar este con otros estilos musicales tan distintos y distantes, entonces, como el blues o el rock, pero sin olvidar ni abandonar el flamenco.
Cartel que abría Mari Peña llevando hasta el escenario los cantes de Utrera, demostrando su gran dominio de los palos del cante y el gran momento artístico que atraviesa. Con el acompañamiento a la guitarra de Antonio Moya, se empleó fondo levantando al público de sus asientos con el repertorio elegido.
Tras Mari Peña fue el turno del lebrijano José Valencia que mostró al público su clase y elegancia flamenca, algo que le facilitó la guitarra de calidad de Juan Requena. Valencia demostró sobre el escenario por qué es uno de los artistas flamencos del momento y un gran y digno representante de la estirpe flamenca de Lebrija.
Remedios Amaya brilló en la noche del Potaje con su excepcional cante clásico en el que demostró su experiencia y su sabiduría flamenca. La artista demostró su grandeza dejando lucirse en el escenario a algunos de los componentes de su cuadro flamenco.
La actuación de Remedios Amaya dio paso Raimundo Amador, acompañado de parte de su familia, que interpretó en el escenario diferentes estilos musicales.
Sobre el escenario su subieron, entre otros, Raimundo Amador, Juan José Amador, Luis Amador, Carmen Amador, Manuel Amador, Antonio Amador, Toñi Amador, Raimundo Amador, Jr., Luis Amador Amador. Raimundo con su Banda: Manuel Romero Jero (guitarra flamenca), Humberto Girón (guitarra eléctrica), Roberto Chacón (teclados), Rosario Heredia (cante y coros) y Raimundo Amador (batería).
A ellos se sumaron otros artistas, como la “Farruca” o Remedios Amaya que adelantaron la primera parte del fin de fiesta antes incluso de que Raimundo recibiera el homenaje.
Tras esta actuación se dio paso a dicho homenaje que daba comienzo con la proyección de un vídeo sobre el homenajeado, al que siguió las palabras de Rafael Cremades, que actuó como presentador del Potaje Gitano y, también, como mantenedor del homenaje.
Cruzcampo hizo entrega del tradicional templete, la Hermandad de Los Gitanos la “Olla del Potaje”, después de que su hermano mayor, Andrés Jiménez agradeciera la colaboración de las entidades colaboradoras, patrocinadores, artistas y, por supuesto al homenajeado, Raimundo Amador, “músico universal” al que le expresó su “admiración y afecto”.
El alcalde de Utrera, José Mª Villalobos, admirador de Raimundo Amador, le dio las gracias por “tantísimos años dedicados a la música” y con el deseo de “seguir muchos años disfrutando” de esta.
El homenajeado, hombre de pocas palabras, se mostró “orgulloso y contento” por este homenaje y agradecido expresó al público su cariño con las palabras “os quiero de valde”.
Tras el homenaje llegaba el momento de degustar el tradicional potaje y la recta final del festival con el baile de “El Farru” y, de nuevo, la familia Amador subió al escenario para poner el broche de oro, con el fin de fiesta, al LXIII Potaje Gitano.