El pasado 1 de septiembre, las Madres Carmelitas de Utrera vivieron un día de fiesta ante la profesión de votos perpetuos de Sor María Graceana de la Santa Faz, en una ceremonia a la que acudieron numerosas personas.
Es poco frecuente que este tipo de actos se realicen fuera de la clausura, aunque en esta ocasión, gracias al permiso otorgado por parte del Arzobispado, se desarrolló en el altar mayor de la iglesia conventual de la Purísima Concepción.
Los distintos momentos que marcan este tipo de ritos se vivieron en el transcurso de una Eucaristía que presidió el Padre Provincial, P. Francisco Daza Valverde. Junto a él estuvieron el arcipreste de Utrera y los párrocos de Santa María de la Mesa y de Santiago el Mayor, entre otros.
En presencia de la priora del convento, Sor María Graceana hizo pública su promesa de fidelidad, recibió el anillo y la corona de flores, y se postró sobre el suelo durante el canto de las letanías mientras era cubierta por pétalos de flores.
Otros instantes especiales llegaron con los cantes en suajili y los bailes típicos de países africanos como Kenia y Tanzania, de donde proceden algunas de las religiosas que se encuentran en Utrera.