El antiguo convento de Consolación fue escenario el pasado viernes 7 de la Asamblea General Ordinaria de Caja Rural de Utrera, a la que acudieron más de quinientos socios cooperativistas, la directiva de la entidad utrerana y el presidente y el director general del Grupo Solventia al que pertenece Caja Rural de Utrera desde hace dos años, Sebastián Guerrero y Fernando Palacios respectivamente.
En la asamblea fueron aprobadas por unanimidad las cuentas correspondientes al ejercicio de 2012 con un balance “positivo, teniendo en cuenta la crisis que atraviesa la economía española y particularmente una gran parte del sector financiero”, así lo explicaron el director general de la Caja, Manuel Ramírez Sousa y el presidente de la Caja utrerana, Antonio Cerdera del Castillo.
Este último, destacó que la entidad ha “mantenido uno de los mejores ratios de liquidez y solvencia del sistema financiero español, tanto a nivel de grupo (Solventia) como a nivel individual por cada una de las cajas rurales que lo componemos, destacando la homogeneidad en resultados y ratios positivos de todas las entidades que forman el Grupo Solventia”.
El beneficio neto en 2012 se eleva a 818 mil euros, muy por encima de los 569 mil del año anterior, todo ello tras atender un extraordinario saneamiento y las exigentes dotaciones a provisiones impuestas por el regulador ante la situación económica del país, En ese sentido, Caja Rural de Utrera presenta un ratio de solvencia del 17,58 por ciento, muy superior al 8 por ciento mínimo exigido, mientras sus activos totales ascendieron en el pasado ejercicio a 145 millones de euros, frente a los 127 del año anterior. El ratio de dudosos, por su parte, fue de 3,4 por ciento frente al 10,00 por ciento de las Cajas y bancos.
Manuel Ramírez, director general de la Caja, anunció en su informe económico que, aunque el entorno para 2013 seguirá siendo duro, “el objetivo es seguir creciendo en volumen de negocio y mejorar nuestro ratio de eficiencia, manteniendo la buena posición de liquidez y solvencia”.
Otro dato significativo y que deja ver el buen estado y compromiso de Caja Rural de Utrera es su colaboración desinteresada con más de cien proyectos locales, manteniendo una obra social y cultural que se hace imprescindible para un gran número de instituciones.
Por otra parte, la Asamblea anual sirvió para presentar el logotipo del cincuenta aniversario de la fundación de Caja Rural de Utrera, que se cumplirá en 2014, y el primero de los proyectos con que quiere celebrarlo: un libro de fotografías que recoge parte de la colección de don Enrique Díaz Llanes, abogado aficionado a la fotografía, que vivió en la Casa de Surga durante las cuatro primeras décadas del siglo XX. El libro se titula “El fotógrafo de la Casa Surga”, y no sólo expone un buen número de fotografías utreranas que permanecían guardadas en un pueblo de Toledo, sino la propia historia de ese descubrimiento que engrandece el patrimonio fotográfico de Utrera. Igualmente, en el libro puede verse la Casa Surga en todo su esplendor, y fotografías del patio, los dormitorios y los salones cuando estaba habitada y en buen estado. Los textos son de Salvador de Quinta y Eduardo González de la Peña, y fue ofrecido como obsequio a todos los socios que asistieron a la asamblea.